A través de un emotivo testimonio, integrante de la agrupación de recolectoras expresó su preocupación y tristeza tras constatar la tala indiscriminada de nalcas en un sector de pajonal, práctica que afecta directamente a las familias que dependen de esta actividad para su sustento.
"Hoy llegué con la esperanza de recolectar nalca, como lo hacemos muchas familias que vivimos de esto… pero me encontré con una gran tristeza: todas las nalcas estaban cortadas", señaló la recolectora, lamentando el impacto que tiene esta situación tanto en el medioambiente como en la economía local.
La agrupación hizo un llamado urgente a recolectar de forma consciente y responsable, recordando que la nalca no solo es una planta nativa, sino también parte esencial del sustento de muchas familias que trabajan con respeto por la tierra.
"Arrasar con todo sin dejar nada no solo daña la naturaleza, también afecta a quienes trabajamos con amor por ella. Cuidar lo que la tierra nos entrega es también un acto de amor", concluyeron.
Desde el colectivo se reiteró la importancia de promover prácticas sustentables de recolección, protegiendo los ecosistemas y garantizando que futuras generaciones puedan seguir dependiendo de estos recursos naturales de manera digna y equilibrada.