Siendo esta la décima Navidad que el Papa Francisco encabeza en la Iglesia Católica, logró llenar la Basílica de San Pedro con 7.000 fieles.
Como todos los años en el Vaticano, el discurso del Pontífice no se hizo esperar. En él, apuntó fuertemente a las guerras y a la pobreza de niños, niñas y adulto en consecuencia de estos conflictos.
"Como siempre, las principales víctimas de esta codicia humana son los débiles y los vulnerables. Pienso sobre todo en los niños devorados por la guerra, la pobreza y la injusticia. ¡Cuántas guerras hemos visto! Y en cuántos lugares, aún hoy, se desprecia la dignidad humana y la libertad", comentó en su discurso.
Además, llamó a reconsiderar lo que significa la Navidad y dejar el consumismo por los regalos. "En el pesebre del rechazo y del malestar, Dios se hace presente. Él viene allí porque allí vemos el problema de nuestra humanidad: la indiferencia producida por la prisa codiciosa de poseer y consumir".
Finalmente, se refirió a la Guerra de Ucrania e invitó a gastar lo menos posible para poder donar a los pobres de la guerra y los que sufren a causa de ello.